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EDUCACION
4 de diciembre de 2018
Un club para niños que les ayudara a ser responsables de su propio aprendizaje.Foto:Getty
El círculo de lector en la institución, es algo motivador para los alumnos.
La creación de un círculo de lectura ha ayudado a Verónica Rivas, profesora de lengua y literatura de nuestro colegio a fomentar el espíritu crítico, la capacidad de debate y la comprensión lectora entre sus alumnos. ¡Nos lo cuenta!
¿Alguna vez has sentido frustración intentando hacer de la lectura en el aula algo motivador para tus alumnos? ¿Consideras que tus alumnos necesitan desarrollar su pensamiento crítico y ser más autónomos en su proceso de aprendizaje? Cuando me enfrenté a esta situación, decidí crear un círculo de lectura: algo así como un club para niños que les ayudara a ser responsables de su propio aprendizaje y donde podrían discutir sobre un capítulo o extracto de un libro en profundidad.
Un estudiante, un rol
Hay diversas maneras de ponerlo en marcha, ya que lo importante es adaptarlo a cada clase dependiendo del nivel, del profesor o de los estudiantes. Yo lo llevo a cabo en mis clases desde 1º Año del Ciclo Básico Común hasta el 5º de Ciclo Orientado con alumnos que están aprendiendo tambien el Inglés como segunda lengua. Lo primero que hago es decidir cómo se dividirán los grupos y qué libros van a leer. Mi recomendación es agrupar a los alumnos por nivel de lectura, por intereses o por ambos. Después, decido si todos los grupos leerán el mismo libro o selecciono títulos para cada uno de ellos.
A continuación, se deben asignar los roles antes de la lectura y entregar la ficha correspondiente, de manera que los estudiantes sepan qué información deben preparar. Estos son los míos:
Dicharachero. Tiene que escribir un resumen de una página en el que se narren todos los eventos importantes que han ocurrido en la lectura y expliquen por qué son relevantes para los personajes o la historia.
La actividad se puede desarrollar de diferentes formas: los estudiantes pueden leer en silencio en clase, en alto unos a otros, que el docente dirija la lectura o escuchar un audio libro. Elegir un título interesante será fundamental para que estas estrategias de lectura funcionen e involucren al alumnado en la actividad.
Una vez finalizado el capítulo, cada alumno dispone de unos minutos para preparar la tarea que le ha sido asignada en base a su rol y presentarla ante su círculo de lectura. Cuando han terminado, realizan una reflexión sobre cómo el resto de los miembros del grupo se han preparado la actividad, remarcando las buenas prácticas y aportando sugerencias para mejorar el debate.
Esta actividad se puede realizar una vez por semana: solo hay que rotar los roles para que todos realicen las actividades exigidas y puedan desarrollar diferentes destrezas.
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